El sector de la gestión patrimonial se encuentra en un momento de cambio, y la Inteligencia Artificial se perfila como el motor de esta nueva etapa
La inteligencia artificial (IA) está transformando la gestión patrimonial, y redefiniendo el papel del gestor en una actividad en la que la relación personal y la confianza son fundamentales. Estas tecnologías emergentes se están mostrando como el mejor aliado del gestor, pues potencian su capacidad de análisis, identifican oportunidades de inversión y mejoran la toma de decisiones. A diferencia del uso más generalizado en el asesoramiento financiero minorista, la IA, en la banca privada y en la gestión de grandes patrimonios, se concibe como una herramienta diseñada para mejorar el nivel de servicio y fortalecer la propuesta de valor para los clientes.